• Acompaña a tus hijos a los partidos y entrenamientos siempre que puedas.
  • Tu presencia, un aplauso o una mirada cómplice pueden ser mucho mejor que estar gritando todo el tiempo.
  • Colabora con tu club para que sea un referente de juego limpio.
  • Los árbitros son personas que aciertan y se equivocan ¡Respétales!
  • Evita conflictos con otros padres y ayuda a generar un clima positivo fomentando una buena relación, también con árbitros y entrenadores.
  • Recuerda a tu hijo que el resultado no es lo más importante. Pregúntale si lo ha pasado bien.
  • ¡No lo presiones!  Lo importante es la diversión, el trabajo en equipo, la superación y la adquisición de hábitos saludables.
    Si tiene cualidades llegará lejos.
  • No es bueno castigarle  sin hacer deporte.Busca otra manera de que cumplan con sus obligaciones.
  • Evita conductas inapropiadas en espectáculos deportivos y contribuye a la correcta utilización de las instalaciones deportivas.
  • Confía en los entrenadores, profesores y monitores. Está claro que una actividad física conlleva algunos pequeños riesgos, pero
    ellos son profesionales y están capacitados para minimizarlos.

Fuente: futbolconrespeto.com